El denominado "timo nigeriano", conocido en círculos informáticos y policiales como 419, consiste típicamente en que un sujeto, generalmente nigeriano, pide un pequeño favor, que ofrece recompensar con varios millones de dólares. Este concepto básico tiene decenas de variantes, que van desde una acongojada viuda que necesita transferir una fabulosa herencia, a un funcionario bancario corrupto que ofrece donar decenas de millones (de dólares, euros o libras esterlinas) depositados en una cuenta abandonada luego del fallecimiento de su titular.